viernes, 26 de octubre de 2012

Solo una cosa más...

La mayoría del tiempo, sabemos quienes somos y quienes queremos ser, controlamos todas y cada una de nuestras acciones, emociones y reacciones, somos esos seres sumisos que reconocemos como animales racionales. Pero, ¿qué hay de esos momentos en que "no somos nosotros"? Esos momentos en que nuestras emociones nos inundan y nos hacen hacer cosas que jamás esperaríamos de nosotros mismos que hiciéramos, esos sentimientos que nos hacen reaccionar rápido, arriesgarnos a cometer errores que marcarán nuestra vida, o por lo menos nuestra mentalidad, aquellas situaciones que dependen de acciones rápidas y radicales. ¿Realmente somos esas personas calmadas? o ¿Somos los seres en los que nos transformamos cuando nos dejamos llevar por los sentimientos?. El amor, la envidia, el odio, la rabia, la tristeza... en algún momento nos arrastran a la desesperación, y la desesperación nos hace obrar, mal o bien, pero obrar, buscar una solución que cambie por completo nuestra realidad. La realidad en la que somos nosotros mismos, por la imaginación en la que somos esa otra persona que va dentro de nosotros mismos, y no podemos mostrar, o al menos siempre como nos gustaría.

No hay comentarios:

Publicar un comentario